Cuento escrito por Abigail González Campos
(foto portada responsable ) Mario López
Había una vez un lindo y tierno perrito llamado Cofi,
Cofi vivía en la ciudad, desde que nació siempre ha sido miedoso.
En la escuela a diario se burlaban de él , era un pobre chihuahua , que temblaba con la más mínima brisa de aire.
.– Le decían cosas como ahí viene el orejón o el terremoto —
Lo que ellos no sabían era que él estaba afrontando sus miedos , ya estaba cansado de esa situación.
Le tenía miedo a los insectos , a la oscuridad , a hablar en público en fin le tenía miedo a todo.
Pero cuando hablaba con su amigo Valentin , el temblor de su cuerpo desaparecía y sentía mucha tranquilidad a su lado.
Cofi y Valentin se veían en el recreo y al salir de clases, ellos estaban en diferentes salones .
Cofi admiraba a Valentin , el era un Pastor Alemán grande e imponente y con muchos amigos , y no tenía ni una gota de miedo, todo lo contrario de[ pequeño Cofi , por supuesto que Cofi quería ser como Valentín algún día.
De camino a casa Cofi le preguntó a Valentin ¿cómo podría dejar de tener miedo ? Valentín le sugirió que fueran al bosque que empezaba a las afueras de la ciudad, Sin dudarlo mucho Cofi aceptó.
Estaba seguro de que si Valentin lo acompañaba nada malo le pasaría, pues Valentin estará ahí para protegerlo.
Cofi emocionado pensó en todas las cosas que harían en el bosque , irían a nadar en el rio tambien pescar , acampar , hacer fogatas etc,
Sería una experiencia inolvidable en compañía de su amigo y protector Valentin.
Esa noche Cofi preparó su mochila con todo lo que iban a necesitar , Brújula para orientarse y no perderse, bombones , caña de pescar, bloqueador solar, repelente de mosquitos , el teléfono para llamar a mamá, y lo más importante “pal perro” las croquetas , sus favoritas con sabor a tocino.
Muy temprano Valentín pasó por su amigo.
-Vamos orejon despierta se nos hace tarde-
Ya voy , ya voy
-Vamos que el autobús nos deja –
En un 2×3 llegaron a su destino, El bosque Encantado; el solo oír el nombre del bosque , a Cofi le dio escalofríos.
-No te preocupes le dijo Valentin, yo conozco el bosque como la palma de mi pata-
– Está bien , yo confío en ti, contestó Cofi-.
Aquí es donde la aventura y los pelos de punta comienzan .
Cofi al ver el enorme bosque, tomó una gran bocanada de aire asumiendo que así agarraba valor-
-Tranquilo todo va a estar bien deja de preocuparte-
Caminaron y caminaron y al pasar unas 2 horas , tomaron un descanso junto al río, en la orilla había árboles frutales , con frutas desconocidas ; como ya tenía mucha hambre se comió varias de las frutas que le supieron deliciosas.
-Valentin dio la orden de continuar , Sigamos dijo.
No pasó mucho tiempo , cuando el pequeño glotón se empezó a sentir mal.
Valentin estaba muy concentrado contando una anécdota , que no se percató que Cofi no estaba con el .
Cofi se empezó a tambalear de un lado a otro ; comenzó a desvariar y a ver figuras en los árboles como si fueran fantasmas .
El perrito estaba todo asustado , pensaba que estaba en otra dimensión.
Ya había perdido el rastro a su amigo .
Cofi preocupado por encontrar a su amigo , siguió caminando y caminando pero estaba confundido y no sabía hacia donde estaba llendo pero siguió caminando y llego a la ciudad y busco un doctor para que lo ayudara .
Mientras tanto Valentin en el bosque se dio cuenta que Cofi estaba perdido y usando su super olfato , lo encontró en el mismo lugar que descansaron a la orilla del río , Cofi después que come las frutas , le hicieron ver visiones y le dio mucho sueño, todo lo que pasó en realidad fue un sueño .
-Valentin le dijo a su amigo Regresemos a casa-
No te preocupes , sigamos adelante , exclamó Cofi.
Al anochecer acamparon e hicieron una fogata, comieron bombones y algunos chocolates .
Los dos amigos contemplaron las estrellas y reían a carcajadas recordando que Cofi se intoxico con las bayas alucinógenas y vio fantasmas y al final se quedó dormido.
Cofi le preguntó a Valentin si alguna vez en su vida había sentido miedo?
Valentin le respondió claro que sí , tuve miedo cuando te perdí de vista y no te encontraba.
En ese momento Cofi se dio cuenta que hasta la persona más valiente , puede sentir miedo.
Los dos amigos todavía pasaron 2 días más disfrutando ese bosque maravilloso , que por cierto no se llama bosque encantado, sino que se llama Bosque encantador.