Por: Hno Jesus Saldaña
¿Dónde está la Paciencia?
Hebreos 10:35-36
No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengais la promesa.
En el ir y venir de la vida, desde que suena el despertador hasta altas horas de la noche la prisa es nuestra compañera, viene y toma control de nuestra vida, trazando bien la rutina, no nos alcanza el tiempo para dar un buen respiro, todo se a vuelto un afán por el deseo de tener más y más, todo tiene que ser rápido, las horas del día parecen insuficientes, cada día tiene veinticuatro horas, pero deseamos que tenga treinta y si treinta tuviera de seguro querríamos unas cuantas horas más, y en el ir y venir de la vida tenemos todo, menos paciencia, si el semáforo está en rojo nos detenemos a regaña dientes, si el de enfrente no acelera cuando se pone en verde ya estamos sonando el claxon, no podemos esperar ni un segundo, en este mundo tan rápido hemos perdido la paciencia.
La Biblia dice que la paciencia es necesaria para obtener la promesa de Dios, y la promesa de Dios es la bendición para nuestras vidas, cuando no tenemos paciencia, tampoco tenemos confianza en Dios, decimos que confiamos, pero cuando la cosa se pone fea lo primero que nos pasa es que dudamos, nos desesperamos.
Hemos perdido la paciencia, y la paciencia es una actitud que se convierte en virtud cuando tenemos confianza en Dios, cada día hay menos personas con paciencia, estamos sobre el reloj, no visitamos a nuestros padres ancianos, a nuestros familiares, amigos, presos, enfermos, no porque no tengamos tiempo, si no más bien porque no tenemos paciencia.
La Biblia dice en Lucas 2:19 Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas,
Entonces el alma se pierde porque no tenemos paciencia.
Escuchar el mensaje de la palabra de Dios se hace difícil porque no tenemos paciencia y por la falta de paciencia se pierde el alma.
Muy a nuestro pesar hacemos uso de la paciencia en medio de la tribulación y la prueba, justo ahi, en un accidente, en la corte, en la cita con el doctor, sin embargo cuando nuestra paciencia se convierte en queja, no produce un bien para nuestra vida ni nos trae paz, pero cuando entendemos que a pesar de las circunstancias adversas en la tribulación y la prueba nuestra paciencia es probada, nos gloriamos en ello y agradecemos a Dios, justo como lo describe la Biblia en Romanos 5:3-5 Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios fue derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
En medio de la prisa de la vida debemos de aprender a espera con paciencia, así como el agricultor espera la cosecha con paciencia desde el momento que siembra la semilla, el no se desespera ni sale al día siguiente queriendo traer la cosecha de algo que apenas sembró, sabe que a su tiempo segara mucho más de lo que sembró, la Biblia dice en Romanos 8:28 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.
Vamos a procurar ser pacientes, no hay necesidad de la prueba, pero es cierto que solo la prueba nos hace ser pacientes, la Biblia hace mención en Santiago 1:2-3 Hermanos míos, tener por sumo gozo cuando halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.
Entonces si te encuentras en la prueba del desempleo, de la escasez económica, de la deportación, del divorcio, de la depresión, de la soledad, de la enfermedad o cualquiera que sea la prueba, se paciente, confía, recuerdo un dicho que suele usar mucho mi papá, “más vale paso que dure y no trote que canse”, debemos de avanzar aunque sea poco a poco pero avanzar y para ello se requiere de paciencia.
La Biblia dice en Santiago 5:11 He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo, porque si bien sabemos, Job después de perderlo todo, soportó la prueba, no perdió su confianza en Dios y en medio de toda circunstancia adversa fue paciente en Dios, y al final el Señor mismo le retribuyó y vino a tener al doble de lo que antes tuvo, entonces te invito a creer, confiar y ser paciente como Job lo fue y el Señor que es misericordioso y compasivo, si es su voluntad, nos recompensará así como recompenso a Job.
De hoy en adelante confiemos y seamos pacientes, que de seguro algo grande Dios hará, y nuestra bendición en cualquier momento llegará, sigamos creyendo y esperando pacientemente. “Amén!!
Versículos Reina Valera 1960
