Por Florentino Garcia
Nos conmueve el corazón
El arresto de decenas de personas en el Norte de Texas por las autoridades migratorias nos causan tristeza y dolor , desafortunadamente esa es la ley y no hay nada que pueda justificar a una persona que viola dicha ley.
Esperemos que las personas detenidas y que fueron liberadas tengan un final feliz cuando acudan ante un juez de inmigración.
Esto de los arrestos masivos no es nuevo en los años 60 s y principio de los 70 s era común ver llegar a la Migra , recuerdo cuando empecé a trabajar en el año de 1971 me iba con un grupo de trabajadores en una camioneta pick up y en una ocasión se ponchó una llanta y el mayordomo dijo al grupo ustedes escóndanse en ese arroyo y yo le pregunte que porque y me dijo porque puede llegar la migra y le dije yo no tengo problema con eso y dijo bueno quédate aquí.
Después trabajando en 1973 en una fábrica de trailas móviles una tarde por las bocinas de la compañía comenzaron alertar que venía la migra y muchas personas corrieron a esconderse recuerdo que a los agentes los conocían como los planchados y la leva se oía decir hay viene la leva o aguas con los planchados , había retenes en las calles y llegaban a los complejos de apartamentos ese tiempo era muy difícil ya que la gente trabajaba y durante el fin de semana no salían tenían miedo.
El problema de inmigración se calmó en los años 80s 90s hasta el 2000 cuando comienza una nueva etapa con las leyes de inmigración.
Es la ley y hay que respetarla , en los años de los 50 a los 80 los hombres venían a trabajar solos y dejaban a su familia en México pero cambió la estrategia y comenzaron a emigrar con todo y familia ahí empieza el problema con muchos jóvenes que llegaron a este país de forma ilegal y no conocen otra nación que no es donde han vivido y estudiado durante toda su vida y ahora es bien difícil regresar a sus países de origen y la realidad es que sus padres violaron la ley de inmigración solo un cambio puede darles tranquilidad a todos estos jóvenes que viven con miedo pues no saben qué harían si los deportan a un país que no conocen ni su lengua ni su cultura.
El problema no son las leyes el problema es la necesidad.