Por Florentino García Medina
Domingo Carrasquel
Domingo Carrasquel hermano de “Chico Carrasquel” que jugó en las Grandes Ligas con las Medias Blancas de Chicago,fue un exelente parador en corto jugó en su natal Venezuela pero también lo hizo en La Liga Mexicana de Béisbol con Los Broncos de Reynosa.
Los Broncos de Reynosa llegaron a la Liga Mexicana, en la temporada de 1963, después de haber actuado en la Liga Otoñal de Monterrey.
Desgraciadamente, su debut fué muy negativo ya que quedaron en último lugar. Sin embargo se trataba de un conjunto de gran bateo. Mucho poder había en esa escuadra, en donde el venezolano Domingo Carrasquel se llevaba la palma.
El hombre que cubría las paradas cortas, bateó un total de 32 cuadrangulares, para encabezar a una hilera de poderosos bateadores como Herminio Cortés, Humberto Guerrero, Luis Zayas, Celso Oviedo, etc., como el pitcheo no funcionó y tuvieron que terminar en el frío sótano.
Al año siguiente ingresó a la Liga Mexicana los Charros de Jalisco y en Reynosa los aficionados se frustraron cuando en 1967, los Charros, que habían ingresado después de ellos, lograron el primer lugar.
Mucho tiempo transcurrió y varios fueron los hombres que se hicieron cargo de la novena, primero fué Ray Garza Gómez, después, Santos Amaro, Beto Palafox, John Schaive, Bankhead, hasta llegar a Luis Arroyo. Este hombre se hizo cargo de la escuadra en 1967 y los llevó hasta un segundo lugar, que fué ruidosamente festejado. La llegada de hombres como James Horsford, Oscar Rodríguez, Daniel Morejón, Rodolfo Sandoval, fue como una bendición.
Los Broncos cambiaron mucho con ellos. Antes, había tenido un señor de nombre Frank Barnes, quien dejó huella en la Liga. Su 1.58 de porcentaje en carreras limpia.
En el 68 quedaron en quinto lugar, a pesar de las 20 victorias de Horsford. Arroyo dejó el timón , que le fue entregado a Miguel Sotelo. Y Miguel respondió a la confianza . Y apoyado por dos compañeros de cuando jugaba en el Puebla, Rodolfo Sandoval y Jorge Fitch, hizo un gran trabajo. Tuvo gran apoyo de sus equiperos y pudo darle a Reynosa, el primer gallardete de su historia.