Por Florentino Garcia
Dos cosas nos dio Dios exclusivas que nadie puede usar
Las huellas digitales y los pensamientos.
Hoy en día los transplantes son muy comunes y se puede encontrar órganos vitales que puede usar otra persona como el corazón hígado riñones pulmones.
Pero hay otras partes del cuerpo que no se pueden usar.
Pero lo que es personal personal.
Son las huellas digitales y los pensamientos.
Que extraordinario millones de dedos con huellas diferentes y lo más impresionante es que aún en las manos de un ser humano las huellas son diferentes , estudios indican que ni los hermanos gemelos tienen las huellas iguales , también han encontrado que las huellas no sirven para poder sostener alguna cosa con los dedos y no se nos resbale pero lo más importante es que sirven para identificarnos.
Las huellas dactilares como también se les conoce llevan siendo usadas desde el siglo XIX en la identificación de individuos. Una herramienta biométrica fundamental para reconocer si una persona nos está engañando o no acerca de su verdadera identidad.
Como mencionamos anteriormente no hay dos huellas dactilares iguales. Las también llamadas crestas papilares, formadas entre el tercer y cuarto mes de embarazo, no solo dependen de nuestra información genética.“No existen dos huellas dactilares iguales”.
Su patrón también viene condicionado por el ambiente, de forma que la presión que sufra el feto por otras partes de su cuerpo, los golpecitos contra el viente de la madre, su posición o incluso la presión sanguínea, pueden llegar a condicionar también nuestras huellas dactilares.
De hecho, los gemelos monocigóticos (es decir, los que proceden de un mismo óvulo y por tanto presentan la misma información genética) no tienen las mismas huellas dactilares.
Y aunque no lo crea existe un número pequeño de personas en el mundo que inexplicablemente no tienen huellas dactilares.
Por otra parte los pensamientos solo Dios y la persona que los piensa saben en qué están pensando
Imagínese las tragedias que ocurrieran si supiéramos que están pensando las personas a nuestro alrededor o que vergüenza si conocieran algún de los propios pensamientos.
Grande es Dios